En dichos recintos, que funcionarán hasta fines de febrero, los menores recibirán alimentación y cuidado mientras sus madres trabajan.
80 niños en el Colegio Benjamín Vicuña Mackenna y 50 en el colegio Virginia Bravo Chancón, del sector rural de Rancagua, están siendo beneficiados con el programa jardines de verano que entrega alimentación, cuidado y atención a hijos de madres temporeras.
De esta forma más de cien madres que este verano trabajarán como temporeras podrán dejar a sus hijos al cuidado de los jardines infantiles estacionales, que comenzaron a funcionar en la ciudad de Rancagua.
En estos recintos, que funcionarán hasta fines de febrero, los menores recibirán educación, alimentación y cuidado.
Este programa funciona todos los años con el objetivo de dar apoyo a estas trabajadoras, que principalmente se desempeñan en faenas agrícolas y el turismo.
El alcalde de Rancagua, Eduardo Soto, explicó que en estos jardines infantiles se realizarán "juegos al aire libre, talleres deportivos y visitas pedagógicas, de manera que los niños estén felices y aprendan, mientras sus madres trabajan".
Precisamente, una muestra de lo aprendido en estos talleres fue el que pasado jueves 19 realizaron los niños del colegio Benjamín Vicuña Mackenna, quienes ante la presencia de autoridades como el alcalde Eduardo Soto, el Director del IND, Diego Ramírez y de la Directora de la Junji, María Elena Claro, demostraron sus dotes en el baile, destrezas deportivas y talentos artísticos y literarios.