En dichos recintos, que funcionarán hasta fines de febrero, los menores recibirán alimentación y cuidado mientras sus madres trabajan.
80 niños en el Colegio Benjamín Vicuña Mackenna y 40 en el colegio Marta Brunet, del sector rural de Rancagua, están siendo beneficiados con el programa jardines de verano que entrega alimentación, cuidado y atención a hijos de madres trabajadoras.
De esta forma más de cien madres que este verano trabajarán en su mayoría como temporeras podrán dejar a sus hijos al cuidado de los jardines infantiles estacionales, que comenzaron a funcionar en la ciudad de Rancagua.
En estos recintos, que abrirán sus puertas hasta fines de febrero, los menores recibirán educación, alimentación y cuidado.
Este programa funciona todos los años con el objetivo de dar apoyo a estas trabajadoras, que principalmente se desempeñan en faenas agrícolas y el turismo.
El alcalde de Rancagua, Eduardo Soto, explicó que en estos jardines infantiles se realizarán "juegos al aire libre, talleres deportivos y visitas pedagógicas, de manera que los niños estén felices y aprendan, mientras sus madres trabajan".
Además de los talleres deportivos y recreativos, los niños tendrán actividades de esparcimiento como visitas a la piscina municipal, viajes a balnearios de la región y al Museo Interactivo Mirador (MIM).