Espectáculo de la Orquesta Ensamble Moxos de la amazonia boliviana resume toda la gama del mestizaje que se produjo entre la música importada del viejo continente por los jesuitas y las expresiones nativas.
Ante cerca de 6 mil rancagüinos que se dieron cita este sábado en la Medialuna Monumental de Rancagua se presentó el concierto misional “Pasión Moxos”, espectáculo a cargo de la Orquesta Ensamble Moxos de la amazonia boliviana que resume toda la gama del mestizaje que se produjo entre la música importada del viejo continente por los jesuitas y las expresiones nativas, con un amplio despliegue coreográfico.
La jornada que estuvo encabezada por el alcalde Eduardo Soto que quejó de manifiesto el porqué se dice que la esta agrupación se ha convertido en uno de los principales embajadores culturales de la Bolivia indígena, pluricultural y multiétnica.
“Yo creo que en el mundo no hay otros indígenas que tengan tan firme el legado jesuita como ellos”, sostuvo el concertista en guitarra, Marcelo Vidal, quien junto al alcalde Eduardo Soto fueron los grandes gestores de este espectáculo.
“Es realmente satisfactorio el poder encontrarnos entre hermanos bolivianos y chilenos. Y haber tenido una acogida tan cálida como la que tuvimos”, señaló Raquel Maldonado, directora de la orquesta, quien además dejó de manifiesto que para ellos fue un verdadero privilegio volver a presentarse ante el público rancagüino.
En lo que al espectáculo se refiere, la primera parte se basó en música con más influencia del barroco, es decir, el público pudo disfrutar una misa, cantos sacros y sonatas.
Luego, se dio paso a la interpretación de música mestiza, donde los aborígenes le dieron vida a instrumentos de viento y de percusión nativos para mezclarlos con los clásicos.
En tanto, el final estuvo coronado por el colorido "baile de los macheteros", una danza precolombina guerrera que los misioneros en vez de perseguir reconvirtieron en una representación católica.
Cabe destacar que este maravilloso espectáculo musical se presentó nuevamente en la ciudad gracias a aportes de la Municipalidad de Rancagua y al fondo del 2 % del FNDR del Gobierno Regional.