?Muy linda sorpresa?, señaló la abuelita María Jesús, tras encontrarse con el edil, quien apareció con flores y torta. ?Agradecido de que la familia me haya invitado a conocerla. Es un ejemplo de vida, y todos ellos simbolizan el amor, unión y espíritu que queremos tener en nuestra ciudad?, destacó la autoridad comunal.
Nació el 10 de mayo de 1909. Cuando Chile era gobernado por el Presidente Pedro Montt Montt. Desde entonces ha visto casi a 30 Presidentes de la República y a más de 20 alcaldes. Supo de las caídas del Imperio Ruso, Alemán, Austro- Húngaro, Otomano y otros. También de la primera y segunda guerra mundial. Por supuesto hitos más cercanos como la llegada del hombre a la luna y todos los mundiales de fútbol. Hoy tiene 105 años y una familia de 250 personas, entre hijos, nietos, bisnietos, tataranietos, nueras y yernos.
La señora María Jesús Salinas Opazo provoca ternura y admiración. De esas abuelitas que dan ganas de abrazar, como si fuera propia, de esas personas que uno podría estar todo el día junto a ella, sólo para observarla, escuchar sus historias y mirar sus ojos, que brillan como dos estrellas. Pero también respeto y signos que aún conserva intactos, como un corazón puro y por sobre todo una gran fuerza, mismos elementos que hoy, y tras 105 años, le permiten seguir viviendo.
LA REINA DEL HOGAR
Vive en la Población Granja, hasta donde llegó junto a su esposo Manuel Aravena desde Curicó, hace ya más de 60 años. Tuvo 16 hijos. Dos fueron perdidas. Cuatro ya partieron, 10 se mantienen junto a ella. De las cuales, Quintín de 83 años, quien además es la hermana mayor se encarga de cuidarla.
Cada mañana se levanta. Se maquilla, pues la vanidad no se pierde, se escucha decir. Toma desayuno solita y luego pasa el día, entre la sala, su pieza y la cocina. Cuando el día está lindo pasa un par de horas en el patio o en el antejardín, dependiendo de donde llegue más el sol. Su vida es normal, sólo afectada con los achaques propios de su edad y una sordera.
El pasado sábado su familia celebró sus 105 años. Fecha que casi como un acto divino, coindice con el Día Internacional de la Madre. "Justicia divina", como diría el gran Julio Martínez. Y es que la Sra. María Jesús ha sido una verdadera madre para sus hijos, nietos, bisnietos, yernos y nueras.
UNA SORPRESA PARA SUS 105 AÑOS
Son las 13 horas del sábado 10 de mayo de 2014. La Sra. María Jesús tiene puesta una Tiara sobre su pelo. Luce como una verdadera reina. Junto a ella, parte de su familia. Conversan y cuentan historias sobre la abuelita. La puerta se abre y aparece el alcalde Eduardo Soto, lleva un gran ramo de flores. Ella lo reconoce. El edil la abraza y la saluda. Era la sorpresa que la familia le tenía preparada para este momento.
"Quisimos venir a verla, y en esto agradecer a la familia que nos hiso participe de este mágico momento. Supimos que cumplía 105 años y no pudimos sino hacer un alto y venir a conocerla. Es una persona digna de admiración, luce un corazón y una fuerza tremenda. Es una representación fidedigna del espíritu, amor y unión que queremos identificar a Rancagua", señaló el edil.
El mismo alcalde de la ciudad dio el tono para cantarle por centésima quinta vez el "cumpleaños feliz". Ella sólo sonríe. Sopla con esfuerzo y ayuda de tres bisnietos que la acompañan. Antes relató algunas historias, cuando el alcalde le pregunta por su edad, ella sorprende y picarona lanza "justo en ese perdí la memoria", dice antes de volver a reír.
EL ORGULLO DE SUS NIETOS Y BISNIETOS
"Mi abuelita es increíble. Es bacán. Es la mejor persona que conozco. Es un tremendo orgullo. Mis amigos no me creen que tengo una abuelita de más de 100 años y eso me llena de felicidad, pues es un tremendo regalo. Por eso la aprovecho, le hago cariño, la quiero", dice Ignacio, un pequeño bisnieto que mientras duró la visita no se despegó de su lado.
Julia Guzmán es su nuera. "Ella es de una bondad tremenda, de un gran corazón ha sido una verdadera mamá", cuenta, mientras nos enseña fotos que muestran a una joven María Jesús, el día de su matrimonio.
"Mi mamá ha sido un tremendo ejemplo. Siempre estuvo junto a todos nosotros. Toda su vida trabajó por nosotros, en la casa, nunca descuido nada. Es una bendición tenerla con vida cada día", dice Quintín su hija mayor.
"Hemos enfrentado momentos difíciles. Ha estado desahuciada un par de veces. Otras tantas muy mal, al punto que los doctores nos han dicho que hasta aquí no más llegamos. Pero ella saca fuerzas, de no sé de donde... Y aquí está. Gracias a dios, aquí está", dice una emocionada Gloria, otra de sus hijas.
"Linda sorpresa. Muy contenta", dice la abuelita María Jesús, cuando una de sus nietas le pregunta que le pareció la visita del alcalde Eduardo Soto. Tras eso, relata una historia. Habla de tiempos pasados. Su familia ríe. "Siempre nos cuenta chistes", agrega la misma nieta, orgullosa de su abuela.
La familia se vuelve a reunir. Al día siguiente se volverán a juntar todos en una celebración más intima. Como cada semana. La unión de esta familia es admirable y es la clave para mantenerse juntos, cada día, cada semana. Siempre alegres, siempre riendo, como hace 105 años, cuando la abuelita María Jesús, abrió por primera vez los ojos. Esos mismos ojos llenos de amor y ternura que hoy conserva intactos.