Orgullosos de su etnia, cerca de cincuenta personas de la agrupación Newen Mapu, que reúne a descendientes de mapuches en Rancagua, finalizaron la realización de un proyecto de Fondart, que les permitió realizar diversos talleres abiertos para dar a conocer diferentes aspectos de su cultura.
Según señaló el lonco Oscar Colipí Ancamilla, “este fue un gran apoyo para nuestra gente y para quienes se interesaron en aprender de la cultura mapuche; la agrupación funciona en las instalaciones que la junta de vecinos de Parque Koke nos facilita y allí realizamos estos cursos”.
Los talleres comprendieron conocimientos sobre las costumbres y la forma de vida mapuche, la cocina de diferentes platos de los hombres de la tierra, danzas y ceremoniales de nuestros ancestros, además de poder adquirir vestimentas y atuendos para los integrantes de la agrupación Newen Mapu.
Es así como en la ceremonia realizada en la sede de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos, los integrantes de Newen Mapu colocaron ofrendas junto al un rehue o altar de los mapuches, que es una escalera de madera de laurel que representa los siete poderes que rigen sus vidas y se ubica en la tierra en posición semi vertical apuntando al este, donde cada día nace el sol.
Luego, los hombres danzaron al ritmo del kultrún, pifilcas y trutrucas, la danza Cacique Purrún o baile del pájaro.
El momento más ceremonial de la reunión fue cuando todos los asistentes, siempre mirando al oriente, se reunieron junto a los peñis (hermanos) para realizar una prerrogativa, que dio paso a la entrega de certificados.
La comunidad Newen Mapu finalizó este encuentro con una degustación de los platos típicos de su cultura, como el pan de trigo, sopaipillas, muday o chicha, tortillas de rescoldo, mote, y una explicación de los principales instrumentos y atuendos que caracterizan la cultura.