?Hoy se hace justicia a los trabajadores que en 1945 perdieron la vida?, señaló el Alcalde Eduardo Soto.
A 65 años de que un incendio en el interior del Mineral El Teniente, cobrara la vida de 355 trabajadores un 19 de junio de 1945, los familiares de las víctimas de aquella tragedia ven que se realiza un justo reconocimiento, al ser remodeladas las tumbas ubicadas en el Cementerio Nº2 de Rancagua.
Por años, el lugar fue una hilera de cruces blancas con las flores de sus familiares, pero se decidió concretar una petición de los familiares, cubriéndose las tumbas con una lápida de concreto, y descubriéndose una placa en un memorial donde están los nombres de las víctimas de la tragedia del humo.
La mañana de este jueves se realizó una ceremonia en el camposanto a la que asistieron los alcaldes de Rancagua y Machalí, Eduardo Soto y José Miguel Urrutia respectivamente, el gerente de la División EL Teniente, Ricardo Álvarez, entre otras autoridades y familiares de los trabajadores fallecidos, entre los que destacaban Mercedes Córdova y Alicia Reyes, dos de las cinco viudas de aquellos trabajadores que aún están con vida.
El Alcalde de Rancagua Eduardo Soto señaló que "aunque ha pasado bastante tiempo, hoy se hace justicia para aquellas 355 víctimas que en 1945 perdieron su vida en lo que todos conocemos como la Tragedia del Humo, que permanecen en nuestro Cementerio Nº2, Codelco escuchó ese llamado de los familiares y se mejoró la parte estética, pero lo más importante es el reconocimiento a las personas que perdieron la vida, y que marcaron un antes y un después en la historia de la minería en Chile".
"Estamos compartiendo la alegría de los familiares por este momento en que se remodela este lugar, se ven impactantes las 355 tumbas que nos recuerdan la parte negra y trágica d la minería en Chile", resaltó Eduardo Soto.
Las autoridades descubrieron una placa recordatoria en un memorial que lleva los nombres de cada uno de los trabajadores que perecieron en aquel lejano y trágico 19 de noviembre de 1945, donde el humo en los túneles del mineral, no distinguió categorías y arrasó con estas vidas humanas.
José Marín, tesorero de la agrupación de hijos de viudas de la tragedia, agradeció el trabajo de las autoridades y el reconocimiento hacia los trabajadores muertos hace 65 años, entre los que se encuentra su padre, Manuel Antonio Marín.
"Este es un día especial, porque logramos que mejoraran este lugar donde están nuestros padres que fallecieron aquel trágico día", sentenció.
Terminada la ceremonia, José Marín se dirigió a la tumba donde yacen los restos de su padre. Con lágrimas en los ojos permaneció en silencio largos minutos, como queriendo decir misión cumplida papá.