Espacio público cobró vida como fruto de un esfuerzo conjunto entre los propios vecinos, la municipalidad, la Fundación Junto al Barrio y Entel. Se le cambió la cara un sitio eriazo de 500 m2 -terreno donado por el municipio-, gracias a la reutilización de materias primas de los equipos móviles.
Hace solo algunos días los vecinos de la Villa Tomás Guaglén, ubicada en el sector oriente de Rancagua, inauguraron sus nuevas áreas verdes, un proyecto largamente anhelado que finalmente se convirtió en realidad gracias a su propio esfuerzo y el compromiso del municipio rancagüino, la Fundación Junto al Barrio y Entel.
La materialización de esta iniciativa tuvo la particularidad de contar con la participación activa de quienes viven en dicho sector, tanto en su diseño -para lo cual tuvieron que participar de talleres- como posteriormente en su ejecución, todo lo cual busca incentivar en ellos que sientan como propio este recuperado espacio público y así se hagan cargo de su cuidado a futuro.
“Este es un sueño hecho realidad. Acá hay fé, esperanza y esfuerzo, y no solo esfuerzo mío, sino que de todos, por sobre todo de aquellos que pusieron sus ojos para darnos este lugar”, comentó Berta Correa, presidenta de la junta de vecinos, quien a su vez agregó que “estamos todos muy felices con esto porque nuestros niños van a tener donde recrearse y la entrada a nuestra villa se va a ver mucho más linda”.
Este proyecto además tiene la singularidad de haber sido financiado con el reciclaje de celulares en desuso aportados por clientes de Entel y usuarios de la telefonía móvil, equipos a los cuales se les extraen materias primas como cobre, litio, plástico y fierro, que luego son enviadas a plantas Mitsubishi en Japón donde se introducen a nuevos procesos productivos.
“Esto reafirma nuestro compromiso de contribuir a que cada chileno viva mejor conectado con sus familias y entorno directo. Esperamos que este renovado espacio se convierta en un lugar de encuentro y entretención y que permita mejorar la calidad de vida de todos los vecinos”, afirmó Katherine Martorell, directora de sustentabilidad de Entel.
Su construcción contempló la intervención de un sitio eriazo de 500 m2 -terreno donado por el municipio- y su diseño consideró la instalación de juegos infantiles, espacios recreativos equipados con mobiliario urbano y áreas verdes, todo lo cual beneficiará a más de 400 vecinos del sector.
Al respecto, el alcalde Eduardo Soto señaló que “estamos muy contentos de haber podido participar como municipio en esta exitosa iniciativa, la cual va en la misma línea de lo que venimos haciendo hace varios años, que es recuperar y construir nuevas áreas verdes para el uso de la comunidad”.
Asimismo, el jefe comunal fue enfático al señalar que “el compromiso de los vecinos ha transformado un sitio eriazo, inhóspito y peligroso en un gran punto de unión”.
Por su parte, Catalina Justiniano, directora ejecutiva de Fundación Junto al Barrio, puntualizó que “nos llena de orgullo poder contribuir a plasmar los sueños de una comunidad en un espacio público y a mejorar su calidad de vida. Todo esto es una realidad gracias a la articulación de redes público-privadas, cuyo resultado es la creación de un lugar de esparcimiento con áreas verdes para el goce de los vecinos”.