Autoridades además visitaron la cripta de la Catedral, donde descansan los restos de héroes desconocidos, así como también participaron en una misa de acción de gracia en recuerdo de aquellos valientes soldados patriotas que perdieron la vida aquel 1 y 2 de octubre de 1814.
Este sábado se recordó un nuevo aniversario de la Batalla de Rancagua y dentro de las actividades conmemorativas, se efectuó la tradicional visita a la cripta de la Catedral, lugar donde se guardan los restos de héroes desconocidos que perdieron la vida aquel 1 y 2 de octubre de 1814.
Un homenaje silencioso que fue encabezado por el alcalde (s) Daniel Gaete, y el vicario general de la Diócesis de Rancagua, padre Bernabé Silva, quienes a su vez estuvieron acompañados por el general Gustavo Núñez, comandante de la Brigada de Aviación del Ejército, y Antonio Yakcich, presidente del Instituto O´Higginiano de Rancagua, entre otros.
Luego de esto, las autoridades se trasladaron hasta la recién entregada Iglesia de La Merced para participar de una misa de acción de gracia en nombre de los caídos en esta trascendental gesta independentista.
El acto ecuménico fue presidido por el padre Bernabé Silva, quien centró su mensaje en la memoria de los valientes soldados que dieron su vida por la patria, al mismo tiempo que realizó un llamado a la unidad nacional, tal cual como lo hiciese monseñor Alejandro Goic en la reapertura de este templo que se transformó en un punto estratégico durante la cruenta Batalla de Rancagua.
Acto seguido, y encabezados por el alcalde (s) Daniel Gaete, las autoridades se dirigieron hasta la Plaza de Los Héroes, donde se desarrolló la restitución de los estandartes perdidos en manos de tropas realistas, enfrentamiento que es catalogado como uno de los más sangrientos y duros del proceso que condujo a la Independencia de Chile.
Al solemne acto también se sumó la comunidad en general, quienes presenciaron cómo se dio cumplimiento así a la voluntad del propio Bernardo O´Higgins, quien dispuso en vida, y luego de ser recuperados los emblemas por el Ejército Expedicionario enviado para liberar Perú, la custodia de éstos en Rancagua, específicamente en la Iglesia de La Merced, como testimonio de los hechos heroicos ocurridos hace más de dos siglos.
En tal sentido, cabe precisar que una acuciosa investigación permitió determinar cómo eran los pabellones que las unidades militares utilizaron en la gesta histórica del 1 y 2 de octubre de 1814, permitiendo la confección de réplicas que fueron entregadas por soldados de la compañía histórica Granaderos de Infantería del “Buin” a estudiantes rancagüinos, esto a nombre de la ciudad de Rancagua.
“Siempre ha sido nuestra característica el otorgar relevancia a nuestros hechos históricos, así como a nuestras tradiciones y a lo típico, y es dentro de este contexto que nace la idea de recuperar estos estandartes, que pensamos era una tarea no tan difícil, pero en realidad fue muy complejo, por lo que el Instituto O´Higginiano nos propuso la reconstrucción de éstos, conforme a antecedentes históricos que existían”, detalló el alcalde (s) Daniel Gaete.
Por su parte, el Intendente Pablo Silva, quien no se quiso restar de este acto, sostuvo que “esta ha sido una ceremonia llena de simbolismos, que reconoce a aquellos que se sacrificaron por la patria, lo cual ya es parte de nuestra historia. Creo que es un buen gesto por parte del Instituto O´Higginiano el querer reconstruir la historia”.
En tanto, Antonio Yakcich, puntualizó que “esto tiene un profundo significado histórico, realmente profundo. Los cinco estandartes que hoy se entregaron a la ciudad representan lo que significó ese 1 y 2 de octubre de 1814 para cada uno de los combatientes y los ciudadanos rancagüinos que eran patriotas, y significan también cómo una ciudad se vio enfrentada a una batalla, de la cual resurgió más fuerte que nunca la llama de la libertad (…) estos cinco estandartes representan el sentimiento, sufrimiento y entrega de los que combatieron en Rancagua”.