Aliviar el estrés, combatir la soledad que se produce en mujeres cuando los hijos ya no están, y por qué no, iniciar microemprendimientos, son algunos de los propósitos de los talleres que dicta la monitora no vidente, Mónica González, en la Biblioteca Santiago Benadava y otros tres puntos de la ciudad.
Recientemente se certificó, en estas instalaciones a las alumnas de telar decorativo, telar básico, macramé, palillo básico y telar María. Concluido el primer trimestre, se iniciaron las clases de telar mapuche. Alumnas nuevas se sumarán a las anteriores especialidades, informó la maestra.
Una vez que se acabe el año, las participantes “pueden seguir en sus respectivos talleres laborales, enseñando lo aprendido acá, o trabajando en un microemprendimiento personal”, dijo Mónica González.
Informó que la iniciativa cuenta con el apoyo económico de la Municipalidad de Rancagua, la que subvenciona a la monitora. Las alumnas, en tanto, deben ocuparse de adquirir los implementos. Las clases en la biblioteca se dictan los lunes y martes, de 9 a 12 horas.