Sonoterapeutas de todos lados llegarán al centro cívico para intentar dar relajación y paz a la ciudad; están todos invitados a esta actividad holística.
El uso de sonidos como tratamiento de males es una de las terapias más antiguas que conozca la humanidad. Culturas de todo el mundo utilizaron estas técnicas que variaron dependiendo del sector, y el medioambiente del lugar, en cuanto a sus instrumentos. Hoy, desde la década de los 80, esta terapia ha vuelto a la filosofía holística con el nombre de sonoterapia.
Como forma de intervención urbana y de regalar un espacio de relajación y paz, este miércoles 7 de noviembre desde las 18 horas se realizará la Primera Sono Intervención, una actividad que pretende reunir a un importante número de sonoterapeutas que gracias a la amplificación llenarán de sonidos holísticos la Plaza de Los Héroes de Rancagua.
“Cuando el concejal Arellano nos planteó esta idea nos pareció novedosa, pero también muy interesante, porque vivimos en una vida muy agitada en que andamos corriendo contra el tiempo; poder hacer en el lugar más importante de nuestra ciudad, un alto, desde ya nos parece interesante. En esta suma de voluntarios, de sonoterapeutas, se pueda hacer una pausa con sentido”, indicó el alcalde de Rancagua, Eduardo Soto.
Por su parte, la sonoterapeuta y organizadora de la Sono Intervención, Carolina Galvez, señaló que “la idea es que la familia, los niños, los abuelos, los hombres, puedan asistir mañana con un cojín, un yoga, un mat o una manta, y se dispongan en la Plaza a contar de las 18 horas de la tarde y regalarse un momento de relajación, de conexión con el cuerpo, con los sonidos, que nos darán relajación, paz, amistad, amor, etcétera, que es esencial para la vida. Si tienen un instrumento de percusión, o viento, lo pueden traer. Vengan con el ánimo de descansar”.
Para el concejal Carlos Arellano, la idea es una buena forma de relajarnos como sociedad. “Cuando la Carola nos plantea este tema en una conversación, de cómo utilizar los espacios públicos para incorporar la espiritualidad, que nos hace falta, nos pareció bien. La forma de cómo nos estamos relacionando nos habla de una enfermiza forma de comportarnos, cuando uno opina algo lo destrozan. La sonoterapia es uno de los mejores instrumentos para colaborar”, indicó el concejal.