Los ex habitantes del campamento minero de la precordillera se niegan a abandonar su historia y recuerdan cada año el lugar que los vio crecer.
Era una ciudad tranquila, alejada de la delincuencia, de mucha amistad. Ubicada en medio del yacimiento El Teniente, a unos 45 kilómetros de Rancagua, Caletones fue uno de los tres campamentos construidos por la Braden Copper Company en la precordillera de nuestra zona (Sewell y Coya, los otros), y que al igual que Sewell, debió interrumpir su vida útil durante la década de los 60 en la denominada Operación Valle, la migración de las localidades cordilleranas a Rancagua. Ya abandonada, y debido a la contaminación que provocaba, con el derribo de la gran chimenea Caletones (76 mts.) comenzó un lento proceso de destrucción de su infraestructura.
Como forma de mantener vivo el legado de este pueblo precordillerano, el año 2015 el Congreso de Chile decretó que cada 22 de abril se celebrara a nivel nacional el Día del Caletonino. Para ello, el Club Social y Cultural Amigos de Caletones realizó este martes 16 de abril la ya tradicional celebración en el Teatro Regional de Rancagua.
En la oportunidad realizó una intervención el alcalde de Rancagua, Eduardo Soto, oriundo de Caletones; también el presidente del Club de Amigos de Caletones, Laureano González; y se presentaron los artistas Luis Pozo y su guitarra, el imitador de Frank Sinatra, Juan Román, y la banda Flor del Recuerdo, con un homenaje a los grandes de Lucho Gatica y Óscar Castro. También se premió a cuatro caletoninos y caletoninas destacados: Militina Romero, María Angélica Canales, Eduardo Escobar y José Gaete.
“La ceremonia se hizo en base a una subvención de la Municipalidad de Rancagua y gracias a eso pudimos hacer lo que los caletoninos y caletoninas vieron. Premiamos a cuatro socios distinguidos, lo que hacemos todos los años”, indicó el presidente del Club de Amigos de Caletones, Laureano González, que, al ser consultado sobre el actual momento del campamento, señaló que: “lamentablemente no dejaron nada del campamento de Caletones, no como en Sewell donde dejaron la mitad; igual, hacemos viajes a Caletones, donde hacemos una ceremonia religiosa y tomamos once”.
Para la ex profesora del liceo de Caletones, Digna Romero, “me pareció un show muy lindo, muy bien organizado, de mucho gusto, muy emocionante. Es difícil mantener el legado de Caletones; allá estábamos todos juntos, acá estamos todos separados. Mi hijo no alcanzó a vivir mucho tiempo, pero siempre le cuento que fue una época de oro, sin preocupaciones, no había peligro, mucha amistad”.
Por su parte, Gabriel Sandoval, indicó que “fue algo muy lindo, y feliz de que haya venido tanta gente. Creo que el show estuvo espectacular, ojalá sigamos por muchos años con esta idea del Día del Caletonino. Cada año nos exigimos más, cada vez tiene que ser mejor. Nos vamos felices porque la gente se fue contenta”.