- El objetivo es recuperar la tranquilidad, reduciendo la ocurrencia de delitos como robos por sorpresa, robo con violencia e intimidación, hurtos y robos en vehículos.
Los avances del programa Barrio en Paz Comercial entregaron las autoridades la tarde de este jueves, tras la aplicación de éste en el centro de Rancagua el 15 de noviembre pasado, iniciativa que busca recuperar la tranquilidad en el centro de Rancagua reduciendo la ocurrencia se delitos.
Desde el inicio del programa hasta la fecha ya se han realizado 337 controles policiales, deteniéndose a 40 malhechores. Los organismos fiscalizadores han efectuado 360 procedimientos en el sector, acciones especialmente valoradas por los comerciantes y por los vecinos, que en estas fechas aumentan sus compras por la cercanía con Navidad.
En la ocasión, el intendente Rodrigo Pérez señaló que "estamos cumpliendo un hito más en el proceso de ganarle la batalla a la delincuencia. La seguridad pública es tarea de todos, no sólo de los organismos policiales. No queremos en las calles adultos temerosos, ni niños asustados, sino personas que puedan recorrer nuestro centro con toda tranquilidad", afirmó la autoridad.
"La idea ha sido intervenir un barrio crítico como éste y transformarlo en un barrio en paz para comerciantes y para la comunidad", complementó el presidente del Gobierno Regional.
Para ello, el sector ha sido abordado multidisciplinariamente, desarrollando una alianza estratégica entre la Municipalidad de Rancagua, Carabineros de Chile, la Policía de Investigaciones, el Servicio de Impuestos Internos y la Cámara de Comercio.
El objetivo es recuperar la tranquilidad para este céntrico sector de Rancagua. Con este programa se pone énfasis en reducir delitos que ocurren en espacios públicos, como los robos por sorpresa, robo con violencia e intimidación, hurtos, robo de vehículos y de sus accesorios, entre otros.
El programa cuenta con varias etapas, según lo informó la Coordinadora de Seguridad Pública, Paula Middleton. La primera fue de coordinación con todos los actores participantes. En una segunda etapa se realizó la demarcación del sector a intervenir, seleccionado por datos estadísticos en bases a denuncias ante las policías.
La tercera etapa es la realización de 768 encuestas a comerciantes establecidos y transeúntes del sector a intervenir para medir la percepción de temor y victimización.