Liceo Óscar Castro despidió a la Generación del Bicentenario

- Ceremonia se realizó en el patio central del derrumbado edificio de calle Almarza, tal como lo había prometido el alcalde Eduardo Soto a los alumnos, quien estuvo en el emotivo acto del pasado viernes 17.

En el patio central del derrumbado edificio de calle Almarza, y tal como lo había prometido el alcalde Eduardo Soto al alumnado tras propia petición de éstos, se realizó la mañana del viernes pasado la ceremonia en que más de 500 alumnos del emblemático liceo se licenciaron de 4º Medio, en el año del Bicentenario.

La ceremonia contó con la presencia del alcalde Eduardo Soto, y de las máximas autoridades de la Corporación Municipal (Cormun), Leonardo Fuentes y Jacqueline Ramos, secretario general y directora de la División Educación, respectivamente. Junto a ellos estuvo también el director del liceo, José Ortiz.

Fue el propio rector el encargado de expresar las palabras de despedida a los alumnos de los 14 cursos de esta generación, para lo cual usó versos del poeta rancagüino que lleva el nombre del ahora Liceo Bicentenario de Excelencia.

"Liceo de mi ciudad. Volantín de mi infancia. Yo no jugué por tus patios como otros niños jugaron, pero comprendo el encanto melodioso de tus aulas. Sé que en tus bancos tranquilos, bajo tus amplias ventanas, el corazón de los niños que hoy son hombres, se arremansa. Y allí se queda, diciendo la lección de la nostalgia", fueron algunos de los versos enunciados por el académico.

En representación de los más de 500 alumnos habló la alumna del 4º Año D, Patricia Contreras. Agradeció a profesores y todos quienes ayudaron en el proceso educativo de ellas y sus compañeros, que ya inician una nueva etapa en sus vidas.

El grupo de cámara del liceo, dirigido por el profesor Dante Olivares, presentó algunas piezas musicales a la comunidad educativa. Al igual que ellos, Leonel Reyes y Selene Severino también encantaron a los presente con su arte, danzando la canción Los Momentos del compositor chileno Eduardo Gatti.

La ceremonia finalizó con el llanto y abrazos de los compañeros que dejan atrás a las aulas que los cobijaron durante una de las etapas más importantes de sus vidas. Ahora estos más de 500 alumnos emprenden rumbo con alas propias.