Familias de la Villa Cordillera recibieron sus subsidios

- El director del Serviu enfatizó que se continúa trabajando y que se está respondiendo con hechos concretos respecto de la construcción de la región y de la entrega de certificados.

Ansiosas. Así estaban las familias de la Villa Cordillera que esperaban la entrega de sus subsidios, que se realizó en el Salón O'Higgins el miércoles 9 de marzo. Fueron beneficiadas personas de los comités "Número 1" de Villa Cordillera y "Alto Cordillera", cuyas dirigentas son Loreto Rojas y Tavita Escanilla, respectivamente.

En total se entregaron 159 subsidios para un grupo de familias que a poco más de un año del terremoto ya tiene sus certificados en mano y sus viviendas en proceso de construcción en el sector La Gamboina de Rancagua.

Al acto asistieron autoridades, encabezadas en la oportunidad por la Gobernadora de la Provincia de Cachapoal, Marie Jeanne Lyon, el alcalde Eduardo Soto, y el director del SERVIU, Fernando Fondón.

"Estamos respondiendo con hechos concretos en un período de tiempo razonable. El caso de las familias de Villa Cordillera no comenzó con el terremoto, al contrario, es un problema social que llevaba 19 años... Hemos hecho un largo trabajo, muchas veces invisible, pero sin duda responsable porque no queremos que vuelvan a ocurrir hechos como este en la región", aclaró Fernando Fondón.

Por su parte, la presidenta del comité Número 1, Loreto Rojas, destacó emocionada que "la palabra empeñada se ha cumplido, y la verdad es que en estos instantes sobran las palabras. Estamos contentos y satisfechos por lo logrado".

Cabe mencionar que los edificios de este conjunto habitacional presentaron problemas desde un principio. Fueron construidos en la década de los 90, desde entonces y hasta el día mismo del terremoto ocurrido el 27 de febrero, las estructuras habían presentado diversos problemas, que llevaron a las autoridades a dar diversas soluciones a estos problemas, tales como forrar los edificios con nylon, incluso lata.

El terremoto trajo además de la devastación, la confirmación de que las estructuras eran inhabitables.